Insuficiencia cardíaca: Los avances en diagnósticos y tratamientos ayudan a más personas

Aunque la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares puede haberse estabilizado en los últimos años, la incidencia de la insuficiencia cardíaca ha seguido aumentando, en parte porque cada vez sobreviven más personas tras sufrir un infarto y por el creciente número de ancianos.

La insuficiencia cardíaca que puede ocurrir a cualquier edad pero es más probable a partir de los 65 años, no significa que el corazón se pare. En realidad, se produce cuando el corazón no bombea tan bien como debería. Con la insuficiencia cardíaca, el corazón debilitado no puede suministrar a las células del organismo suficiente oxígeno y sangre rica en nutrientes.

Sandra Chaparro, M.D., cardiologist and director of the Advanced Heart Failure Program at Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute. 

La insuficiencia cardíaca es una condición seria y no tiene cura. Pero muchas personas con insuficiencia cardíaca llevan una vida plena y activa cuando la enfermedad se controla con una serie de medicamentos disponibles y cuando se adoptan cambios saludables en el estilo de vida que incluyen una nutrición adecuada, el control del peso, la actividad física y el control de los factores de riesgo. La Semana de Concienciación sobre la Insuficiencia Cardiaca se celebra del 11 al 17 de febrero para ayudar a aumentar la educación sobre la gravedad de esta enfermedad.

A pesar de los avances en el tratamiento y el seguimiento de esta enfermedad, la insuficiencia cardíaca es a menudo difícil de diagnosticar, explica Sandra Chaparro, M.D., cardióloga y directora del Programa Avanzado de Insuficiencia Cardíaca de Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute.

La fracción de eyección – un paso clave en el diagnóstico y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca- mide la cantidad de sangre que el ventrículo izquierdo del corazón bombea al cuerpo con cada latido. Una fracción de eyección menos del 40% significa que el corazón no bombea suficiente sangre y puede estar fallando. Una fracción de eyección normal oscila entre el 60 y el 75 por ciento.

"Sin embargo, podemos tener una fracción de eyección normal y aun así sufrir insuficiencia cardíaca", dijo la Dra. Chaparro. "Si bien hay una larga lista de señales y síntomas, a veces estos pacientes no saben qué hacer. Se han hecho todas las pruebas y sus médicos no han encontrado la causa de su falta de aire. A menudo, el paciente ha consultado a varios especialistas y sigue sin tener un diagnóstico. Así es como llegan a mí".

También suelen referir pacientes a la Dra. Chaparro cuando otros cardiólogos les han diagnosticado una insuficiencia cardíaca complicada y difícil de tratar.

"Por ejemplo, se los pacientes están supuestos a tomar cuatro medicamentos y no están tolerando esos medicamentos, o los pacientes siguen sintomáticos a pesar de lo que hacen sus cardiólogos", explica la Dra. Chaparro. "Es entonces cuando me consultan".

La causa más frecuente de insuficiencia cardiaca es la enfermedad arterial coronaria (EAC), que se produce cuando las arterias que suministran sangre al músculo cardiaco se estrechan por la acumulación de unos depósitos grasos llamados placa. La obesidad, la diabetes y la hipertensión o presión alta, son importantes factores de riesgo para las enfermedades cardíacas; sin embargo, estas condiciones pueden modificarse y tratarse.

Las válvulas cardíacas defectuosas, los daños en los músculos cardíacos y un ritmo cardíaco anormal son otros factores de riesgo clave. Los sobrevivientes de ataques cardíacos también pueden desarrollar insuficiencia cardíaca, que puede diagnosticarse erróneamente o pasarse por alto.

En la insuficiencia cardíaca, el corazón produce dos proteínas: el péptido natriurético tipo B (BNP) y el N-terminal-pro-BNP (NT-pro-BNP). Los niveles de ambas proteínas en la sangre aumentan cuando la insuficiencia cardíaca empeora y disminuyen cuando mejora. Un análisis de sangre de BNP mide estos dos importantes niveles. Es capaz de detectar la insuficiencia cardíaca en más del 80% de las ocasiones.

Los ensayos clínicos ayudan a avanzar el tratamiento de la insuficiencia cardíaca

Los avances en el diagnóstico y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca avanzan a gran velocidad. Incluso la inteligencia artificial (IA) está desempeñando un papel. En los ensayos de investigación actuales, la IA se está utilizando para mejorar los electrocardiogramas con el fin de detectar cambios que pueden ayudar a predecir la insuficiencia cardíaca en algunos pacientes, según la Dra. Chaparro.

En ensayos clínicos recientes también se ha observado que el tratamiento con semaglutida, un fármaco contra la obesidad que se vende con distintas marcas principalmente para diabéticos, puede ayudar a los pacientes con insuficiencia cardíaca que padecen una fracción de eyección "preservada", es decir, pacientes con una fracción de eyección normal que también padecen insuficiencia cardíaca. La semaglutida forma parte de la clase de medicamentos "agonistas del GLP-1", que podrían estar más ampliamente disponibles para los pacientes cardíacos.

"Ya se ha investigado con agonistas del GLP-1 en pacientes con insuficiencia cardíaca", afirma la Dra. Chaparro. "Y hemos observado beneficios en cuanto a los síntomas y, más recientemente, los resultados cardiovasculares. Entonces, estos medicamentos no son sólo para diabéticos. También lo serán para los pacientes con insuficiencia cardíaca".

Miami Cardiac & Vascular Institute fue el primer centro del Sur de la Florida en implantar un nuevo sensor en un paciente con insuficiencia cardíaca que permite a los médicos controlar y ajustar mejor el tratamiento y el medicamento de forma remota, sin necesidad de visitas adicionales a la consulta. La Dra. Chaparro forma parte del comité directivo del ensayo. El Instituto es uno de los 90 centros estadounidenses que participan en el ensayo clínico mundial. El sistema transmite la presión arterial pulmonar y otros datos vitales de los pacientes a domicilio a sus médicos.

El Instituto es también uno de los centros estadounidenses que participan en el ensayo clínico AIM HIGHer para evaluar la seguridad y la eficacia de la "terapia de modulación de la contractilidad cardiaca (CCM por sus siglas en inglés)" en pacientes con insuficiencia cardiaca y una fracción de eyección del 40 al 60 por ciento. La CCM consiste de un tratamiento de estimulación eléctrica mediante un implante para pacientes con insuficiencia cardíaca sintomática.

Todos estos avances en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca son muy oportunos, ya que se prevé que la tasa de diagnósticos de insuficiencia cardíaca aumente en las dos próximas décadas.

"A nivel nacional, la estimación ha aumentado en cuanto al número de pacientes con insuficiencia cardíaca de 6 a 8 millones de personas", dijo la Dra. Chaparro. "Probablemente sea también una tendencia, en cuanto al aumento de la población de ancianos de 70 años o más. En los próximos 20 años, es posible que veamos un crecimiento sustancial de los casos de insuficiencia cardíaca".