Un hijo se dedicó a ayudar a su padre a vencer el cáncer de colon

Si usted alguna vez es diagnosticado con cáncercolorrectal, es bueno ser como Sean Schwinghammer – enfocado, tenaz y listopara enfrentar cualquier reto. También es bueno tener un hijo que estédispuesto a hacer una pausa en su propia vida para cuidar de su familia y asípermitir que su padre se dedique de lleno a su sanación.

A pesar de haber enfrentado el cáncer y otras numerosas tragedias en su vida, Sean Schwinghammer sigue sonriendo

ParaSean Schwinghammer, la tenacidad le viene de naturaleza luego de haber luchadocontra una serie de accidentes, percances y tragedias durante su vida – con elcáncer de colon siendo el más reciente – que hubieran detenido a la mayoría delas personas. Este padre de tres hijos, de 51 años, que vive con su familia enMiami Lakes, se rompió el cuello a los 17 años cuando fue atropellado por unauto. Luego se rompió la espalda en un accidente automovilístico y años mástarde fue lesionado en otro accidente grave (ninguno de los dos accidentes fuesu culpa). Y como si todo eso fuera poco, luego perdió su casa y todas suspertenencias en un fuego.

Sinembargo, el cáncer, según el Sr. Schwinghammer, fue de todo lo más difícil.Pero además también fue lo mejor. “Ha sido una gran bendición, de muchasmaneras”, dice él.

ElSr. Schwinghammer fue diagnosticado con cáncer rectosigmoide hace dos años. Pormás de un año antes de su diagnóstico, el ejecutivo de relacionesgubernamentales que estaba en buena forma física, se había sentido mal conalgunos trastornos gastrointestinales que mayormente eran molestos einconvenientes. Él eventualmente fue a ver a su médico, quien le dijo que susanálisis estaban bien y que no había por qué preocuparse. Él aún no habíacumplido los 50, cuando es recomendada la primera colonoscopía. Sin embargo,sus síntomas persistieron y sólo unos días después de cumplir sus 50, el Sr. Schwinghammerfue a ver a un gastroenterólogo.

“Yosabía que algo no estaba bien, pero esperaba ser diagnosticado con colitis ocon algo que hubiera requerido un cambio modesto de estilo de vida”, dice él.“En vez, me enteré que tenía cáncer colorrectal etapa 3. Y dos días más tardeestaba en Baptist realizándome una cirugía para extirparme un tumor grande ypara quitarme parte del colon”.

El oncólogo radioterápico Michael Chuong, M.D., director de Terapia de Protones y de Radioterapia Guiada por MR en Miami Cancer Institute

Lomás difícil para el Sr. Schwinghammer estaba por venir. Le dijeron que tendríaque someterse a un régimen agresivo de quimioterapia y radioterapia. Luego debuscar segundas opiniones en varios otros centros de cáncer en la Florida, élescogió a Miami Cancer Institute para su tratamiento, enlistando laayuda del oncólogo médico Santiago Aparo, M.D. y del radiólogo oncólogo Michael Chuong, M.D., director de Terapia de Protones y deRadioterapia Guiada por MR en el Instituto.

“Hicemis investigaciones y encontré que Miami Cancer Institute era el único centrode cáncer en la zona con todo tipo de radioterapia bajo un mismo techo”, diceel Sr. Schwinghammer. “Y viviendo aquí en Miami, eso era mucho más convenientepara mí y para mi familia”.

Paraasegurar que pudieran erradicar toda huella del tumor que la cirugía no hayapodido encontrar, el Dr. Aparo y el Dr. Chuong recomendaron un plan detratamiento agresivo para el Sr. Schwinghammer.

Santiago Aparo, M.D., oncólogo médico en Miami Cancer Institute

Sutumor era bastante grande, alrededor de 10 centímetros, y estaba en un áreapeligrosa, justo al lado del hígado”, recuerda el Dr. Aparo. “Lo tratamos condosis diarias de quimioterapia, a menudo junto con radioterapia, por casi nuevemeses. Al mismo tiempo no queríamos dañar ninguno de los tejidos saludables querodeaban al tumor”.

Sabiendoque su padre estaría enfrentando una agotadora terapia contra el cáncer pormuchos meses, Broderick Schwinghammer, que entonces tenía 20 años, puso enpausa sus propios planes. Él se acababa de graduar de la Universidad de la Floridaescasamente dos meses antes del diagnóstico de su padre y estaba a punto deaceptar un trabajo fuera del estado. Pero ahora ¿quién ayudaría a su madre contodas las responsabilidades? ¿Quién llevaría a su hermanito a la escuela y atodas sus actividades? ¿Quién se ocuparía de todo en la casa? Broderick se diocuenta que su padre – y su familia – lo necesitaban más.

“Broderickfue abnegado y maravilloso”, dice el Sr. Schwinghammer, quien se sintió “mitadhumano” durante sus meses de quimioterapia y radiación. “Él hizo todas lascosas que los padres hacen normalmente – los quehaceres, las diligencias,cocinar, limpiar la piscina, llevar a su hermano a la escuela – y ayudó aterminar un trabajo de remodelación y pintura que habíamos empezado poco antesde mi diagnóstico”.

Brodericktambién se aseguró que su padre estuviera comiendo bien y lo llevaba al trabajoy a sus reuniones cuando estaba luchando con los efectos secundarios de laquimioterapia y la radioterapia. Cuando a principios del 2019 los médicos de supadre le dijeron que no podía volar a Tallahassee como había planeado para lainauguración del Gobernador DeSantis, Broderick lo llevó hasta allá y lo trajode regreso. El Sr. Schwinghammer dice que su hijo inclusive llevó a su hermanaa la universidad para comenzar su primer año – un rito de paso para un padre,que él tuvo que perderse debido a su tratamiento de cáncer.

“Élhizo todo que pudo hacer para hacernos la vida más fácil a mí y a su mamá”,dice el Sr. Schwinghammer. “Él hizo que mi cáncer fuera más fácil de manejar,alivió mi estrés y nos apoyó a todos de manera tan amorosa”.

Sutratamiento no siempre fue fácil, dice el Sr. Schwinghammer, con efectossecundarios que incluían a veces dolores de cabeza, debilidad, fatiga,entumecimiento e incontinencia. Pero él aprovechó de lleno el programa desupervivencia de Miami Cancer Institute, el cual enfatiza un enfoque holísticopara combatir el cáncer con tratamientos para reducir el estrés, meditación,fisioterapia, dieta y nutrición y mucho más.

Sean Schwinghammer celebró su ronda final de quimioterapia en Miami Cancer Institute vestido para la ocasión

ElSr. Schwinghammer celebró el final de su tratamiento “tocando la campana” enMiami Cancer Institute, el 16 de abril del 2019 – vestido para su ronda finalde quimioterapia con un elegante esmoquin y una corbata de lazo rojo. Tresmeses después, llevó a su familia a un viaje a los parques nacionales del GrandCanyon, Zion y Bryce Canyon donde hicieron excursionismo. Hoy, más de un añodespués, él está oficialmente en remisión y la familia pasará el Día de losPadres en una casa para vacaciones en Little Torch Key. “No me dejaron salir alsol por todo un año, así que estoy contento de poder pasar algún tiempo en elagua”, dice él.

Porqueel cáncer de colon es una enfermedad tan prevenible, el Sr. Schwinghammerquiere que la gente recuerde algo: “Detección temprana, cura temprana”. El Dr.Aparo está de acuerdo. “Hay que hacerse una colonoscopía antes de tenersíntomas, porque si se encuentra un pólipo precanceroso, se puede tratar en esemismo momento”.

ElDr. Aparo también dice que ha habido un aumento en el diagnóstico del cáncercolorrectal entre los adultos más jóvenes, y las nuevaspautas de la American Cancer Society recomiendan que laspersonas deben hacerse la primera colonoscopía a los 45 años en lugar de a los50. El Sr. Schwinghammer es el ejemplo perfecto, dice él. “Él comenzó aexperimentar síntomas a los 47 años, y si se hubiera hecho su primeracolonoscopía en ese entonces, su cáncer hubiera sido mucho más fácil detratar”.

ElSr. Schwinghammer, quien celebró recientemente 26 años de casado con su esposa,dice que le está eternamente agradecido a Broderick por hacerse cargo de lafamilia mientras el recibía su tratamiento contra el cáncer.

“Elmejor regalo por el Día de los Padres es mi salud y me siento tan contento depoder volver a ser el “papá” y el que cuida a mi familia. Pero esto no hubierasido posible sin él”, dice el Sr. Schwinghammer de su hijo mayor, que ahoratiene 23 años. “Gracias a Broderick, pude seguir trabajando todo el tiempo – dehecho, nunca tuve que faltar al trabajo”. Él también les agradece a todos losmédicos, al personal de enfermería y a todos los empleados de Miami CancerInstitute. “Es un equipo muy bien organizado. Todo el mundo es increíblementetalentoso y atento”.

Sean Schwinghammer, aquí con su hijo Broderick y el resto de su familia, al fin está en remisión de cáncer colorrectal etapa 3

ElDr. Aparo dice que el Sr. Schwinghammer fue un paciente modelo. “Fue unparticipante activo y enfocado en su plan de tratamiento, e hizo todas laspreguntas correctas”, recuerda el Dr. Aparo. “La lucha verdadera para él fuecuando se dio cuenta que no podía hacer ciertas cosas, pero estaba dispuesto aescuchar nuestras recomendaciones para tratar los efectos secundarios queestaba experimentando y pudo tomar las cosas suaves para darle a su cuerpo laoportunidad de recuperarse”.

Segúnel Dr. Aparo, Miami Cancer Institute estará lanzando una clínicainterdisciplinaria de cáncer rectal en los próximos meses donde un pacientepuede reunirse con todos los distintos especialistas y obtener un plan detratamiento ese mismo día. “Como especialistas de cáncer, conocemos el valor dela atención interdisciplinaria y tenemos reuniones semanales para discutirnuevos casos”, dice él. “La clínica hará todo mucho más conveniente para elpaciente”.

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