¿Por qué las mujeres sufren más dolor crónico que los hombres? La respuesta es polifacética

El dolor crónico se define como un dolor que dura más de tres meses o más que el periodo usual de recuperación después de una enfermedad, accidente o intervención quirúrgica. Puede tratarse de un dolor asociado a una enfermedad crónica, como la artritis.

El dolor crónico puede aparecer y desaparecer, y puede afectar a las personas hasta tal extremo que disminuya la calidad y cantidad de las actividades cotidianas. Los estudios han descubierto que existe una brecha de género en el campo del dolor crónico. Afecta más a las mujeres que a los hombres.

Akshay Goyal, M.D., a pain management physician at Baptist Health Miami Neuroscience Institute.

 

Aunque no hay respuestas concluyentes a la disparidad del dolor crónico, las investigaciones en curso están intentando determinar con mayor precisión los factores que impulsan esta brecha, explica Akshay Goyal, M.D., médico especialista en tratamiento del dolor de Baptist Health Miami Neuroscience Institute. El Dr. Goyal está especializado en tratamiento del dolor y anestesiología, y cuenta con amplia experiencia en técnicas de neuromodulación para una variedad de síndromes dolorosos. Estas técnicas actúan directamente sobre el sistema nervioso del paciente.

"Anecdóticamente, he visto más pacientes de sexo femenino con condiciones difíciles de tratar que pueden no ser de naturaleza puramente musculoesquelética", explica el Dr. Goyal. "Por ejemplo, algunos datos sugieren que la artritis reumatoide ocurre entre las mujeres tres veces más que entre los hombres. Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades de sufrir migrañas que los hombres. La fibromialgia se presenta nueve veces más en las mujeres que en los hombres. El dolor abdominal y pélvico también está sesgado hacia las mujeres".

Hay muchas causas de dolor crónico tanto en hombres como en mujeres. Puede tener su origen en una enfermedad o lesión. O puede haber una causa continua de dolor, como la artritis o el cáncer. Muchas personas sufren dolor crónico sin haber tenido una lesión o enfermedad en el pasado. Algunas de las causas más comunes del dolor crónico son: Una intervención quirúrgica previa, una antigua lesión, una infección, diabetes, lesiones en los nervios, problemas de la espalda, artritis, y migrañas u otros dolores de cabeza.

¿Cuál es la causa principal de que las mujeres sientan más dolor crónico que los hombres?  No hay una respuesta sencilla. El Dr. Goyal hace referencia a un artículo de Tina L. Doshi, M.D., Profesora Adjunta de Medicina del Dolor en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins University.  "Como ocurre con cualquier tema complejo, el diablo está en los detalles", afirma. La Dra. Doshi lo describe con elocuencia en un artículo titulado The Many Gender Gaps in Pain Management”.

La Dra. Doshi escribe: "Estas diferencias reflejan una combinación de factores genéticos, biológicos/hormonales, psicológicos, sociales y culturales que abarcan distintos grupos de edad, categorías raciales/étnicas, condiciones médicas y clases socioeconómicas, lo que convierte la brecha de género en los pacientes con dolor en un problema complejo y generalizado".

A lo largo de los años, no se ha investigado mucho para comprender mejor los problemas de dolor crónico de las mujeres, y esto se debe en parte a la tendencia histórica de la investigación médica a ignorar o restar importancia a las enfermedades que afectan exclusivamente a las mujeres. En el pasado, esa tendencia ha afectado al manejo del dolor crónico entre las mujeres.

"Sin duda existen sesgos sociológicos históricos en la investigación que no han favorecido a las mujeres", explica el Dr. Goyal. "En un artículo de la revista médica The Journal of Pain Research, los autores encuentran que existe una discrepancia entre las publicaciones y la producción investigativa entre los hombres y las mujeres. Es probable que esta divergencia contribuya y perpetúe más los prejuicios implícitos a la hora de evaluar a las mujeres para su promoción en puestos de profesorado en instituciones académicas dedicadas al dolor. Estas disparidades podrían mejorarse con una mayor asesoría y concienciación en el campo de la medicina del dolor".

Sin embargo, la tendencia ha cambiado hacia un mayor número de mujeres que asumen funciones de liderazgo en el campo médico del tratamiento del dolor. Además, los estudios médicos recientes se han enfocado en conocer las discrepancias del dolor entre ambos sexos. El Dr. Goyal cita avances en este campo. Por ejemplo, la North American Neuromodulation Society puso en marcha una sección titulada  Women in Neuromodulation (Mujeres en Neuromodulación) para elevar la presencia femenina en el campo de la medicina del dolor. Por su parte, la American Society of Pain and Neuroscience organiza periódicamente actos y programas enfocados en la asesoría, la diversidad y la inclusión.

"La investigación sobre las disparidades en diversas poblaciones ha cobrado fuerza en los últimos años", afirmó el Dr. Goyal. "Las mujeres están aumentando su presencia de liderazgo en puestos médicos destacados, lo que aumentará la concienciación y, a la vez, mejorará la calidad de la atención". "Los avances técnicos en la recopilación de datos y el acceso a la información darán lugar a datos clínicos más robustos que nos ayudarán a mejorar el tratamiento de todos los grupos demográficos de pacientes con dolor crónico".