Investigación
Viajaron desde Centroamérica para someterse a un bypass cardiaco mínimamente invasivo en Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute.
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Betty Zeitouni-Kechek, de 68 años, es de Ciudad de Panamá (Panamá). Jeanine Pereira Berheinm, de 77 años, es de Managua (Nicaragua). Las dos tienen algo en común: Están disfrutando de sus vidas con extensas familias después de que ambas se sometieran recientemente a una cirugía de bypass cardíaco mínimamente invasiva de la que fue pionero Joseph McGinn Jr., M.D., jefe de cirugía cardíaca de Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute.
Y ambas viajaron al Sur de la Florida para operarse con el Dr. McGinn y su equipo.
El Dr. McGinn es conocido internacionalmente por ser el pionero de la "Técnica McGinn", que permite realizar la cirugía de bypass cardíaco sin necesidad de abrir el pecho ni detener el corazón. La cirugía, conocida como MICS CABG (cirugía cardiaca mínimamente invasiva, injerto de bypass coronario), consiste en una incisión de unas 2 a 3 pulgadas de largo en el pecho, entre dos costillas, que evita el músculo y la necesidad de romper los huesos.
En comparación con la cirugía de corazón abierto, MICS CABG también permite una recuperación mucho más suave y rápida, lo que hace posible que los pacientes viajen al Sur de la Florida desde otros estados y otros países para someterse al procedimiento.
"Nos llegan muchos pacientes internacionales y vemos pacientes de todos los EE.UU.", dijo el Dr. McGinn. "Hemos visto pacientes del Caribe, Sudamérica, Centroamérica y de todos los estados. Viajar a cualquier parte para someterse a una cirgía del corazón puede ser una situación muy precaria, porque cuando se tiene una incisión grande, se siente mucho dolor. El paciente no debe montarse en un avión, especialmente si va a ser más de un par de horas de vuelo. Así que, si van a viajar cualquier distancia para someterse a una operación del corazón, tendrá que ser mínimamente invasiva (MICS CABG), casi por defecto".
La técnica McGinn del Instituto ha mejorado tanto la cirugía de bypass que el Dr. McGinn y su equipo a menudo atraen a pacientes nacionales e internacionales, así como la atención de cirujanos que desean informarse más.
Tanto Betty como Jeanine contaron con la ayuda del departamento de Servicios Internacionales de Baptist Health para programar la reuniones iniciales con el Dr. McGinn y concertar citas con él y su equipo en el Instituto. Un cardiólogo intervencionista de Ciudad de Panamá, muy familiarizado con el trabajo del Dr. McGinn, fue quien las refirió.
"Otros cirujanos de los EE.UU. o del mundo pueden tener un paciente complicado, pero no quieren hacer cirugía abierta", explica el Dr. McGinn. "Pero la fuente de referidos nº 1 suele ser el Internet. La mayoría de los pacientes que vienen a verme se enteran de que necesitan un bypass cardíaco y van a ver a un cirujano que les dice que necesitan una operación a corazón abierto. Luego se van a casa con su familia y buscan en Google "menos invasivo" o "mínimamente invasivo" y un par de días después me llaman. Esa es la forma más común de conseguir pacientes".
En los casos de muchos viajeros y residentes locales que se someten a CABG MICs, se abre la puerta a otros procedimientos o cirugías necesarias, sin efectos secundarios cardiovasculares potencialmente mortales, explica el Dr. McGinn.
"Esta es una gran ventaja para los pacientes que acuden a nosotros con otros problemas de salud, con el reemplazo de cadera siendo el más frecuente", afirma el Dr. McGinn. "Tener las arterias del corazón obstruidas les expondría a un alto riesgo de cualquier otra cosa, especialmente algún tipo de intervención quirúrgica. Con las arterias desviadas mediante un procedimiento de bypass mínimamente invasivo, corren un riesgo bajo o nulo de sufrir una muerte cardíaca o una complicación cardíaca".
La historia de Betty desde Ciudad de Panamá
Creyendo que no había mostrado ningún signo revelador de problemas cardíacos, Betty se vio sorprendida un día del pasado noviembre por un dolor y un malestar inusuales después de comerse una ensalada, y no parecía la típica indigestión.
Recuerda Betty, madre de tres hijos y abuela de nueve niños: "Un día, estaba comiendo una ensalada de col y me entraron muchos gases. Gases en la barriga, dolor en la mano y el brazo. Pero nunca me dolió el pecho ni me faltó el aire. Sólo tenía dolor en el brazo y gases en el estómago. Mi nuera estaba conmigo y me preguntaba si tenía dolor o dificultad para respirar... y yo le decía que no, que no tenía nada de eso. Me tomé una pastilla para calmarme y se me pasó".
Dijo el Dr. McGinn: "Tenía algo de dolor en el brazo, que es uno de los posibles síntomas de tener las arterias obstruidas".
Al día siguiente, Betty tenía cita con su cardiólogo en Ciudad de Panamá "porque voy a hacerme chequeos todos los años". Le contó que tenía dolor de estómago y algo de dolor en el brazo, y él le dijo que un electrocardiograma (EKG) que le acababan de hacer no había salido normal. La siguiente prueba que le hicieron mostraría algo muy inquietante: una obstrucción de las arterias coronarias.
"Me dijo que tenía que hacerme un escán, así que fui a hacérmelo y descubrió que tenía una oclusión del 60% en la arteria. Me dijo que necesitaba un cateterismo cardíaco porque podía ser del 60% o del 80%", recuerda.
Entonces fue a buscar una segunda opinión a Jonathan Rubin, M.D., cardiólogo intervencionista de Pacifica Salud en Ciudad de Panamá, que es amigo de su hijo Salomón. El Dr. Rubin conoce muy bien el trabajo del Dr. McGinn en Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute.
"Después del cateterismo, el médico me dijo que tenía que ver al Dr. McGinn porque tenía una oclusión del 80 por ciento en mi arteria principal. Eso fue hace unos cuatro meses. Me dijo que fuera al Instituto. Me dijo que el Dr. McGinn tenía una técnica mínimamente invasiva y me dio los nombres de algunas personas que conocía que habían sido tratadas por él".
Se concertó una llamada introductoria por Zoom con el Dr. McGinn y se le programó una intervención quirúrgica en el Instituto. Ella recuerda: "Mi hijo, mi sobrina y yo estábamos en la llamada. Ambos hablan inglés con fluidez. Nos lo explicó todo y cómo iba a realizar la intervención. Me pareció estupendo, y como estaba tan bien recomendado, fui con los ojos cerrados. No tuve ninguna duda".
"Todo me fue muy bien", dice Betty refiriéndose a su operación. "Después de la intervención, no sentí ningún dolor. Cuando salí del hospital, me sentía muy débil. No tenía fuerzas para caminar ni para levantarme. Estaba incómoda, pero nunca sentí dolor y me dijeron que poco a poco recuperaría las fuerzas".
Y eso fue exactamente lo que ocurrió. "Gracias a Dios mi recuperación fue muy buena y muy rápida", dice Betty. "Podría haber tenido un gran problema si mi condición no se hubiera tratado a tiempo".
La historia de Jeanine desde Nicaragua
Jeanine reside en Managua, Nicaragua, pero también vivió en Ciudad de Panamá durante muchos años. Se mantiene muy ocupada. Es psicóloga clínica, diseñadora de joyas y propietaria de una galería de arte. Tiene seis hijos, 16 nietos y tres bisnietos.
"Mi esposo murió de cáncer de pulmón porque fumaba bastante", recuerda. "Y, como yo era fumadora pasiva y también fumaba ocasionalmente, me hice un chequeo pulmonar y un escán torácico. Me lo hice como medida preventiva, no porque sintiera ningún síntoma. Sólo quería asegurarme de que no tenía cáncer de pulmón".
El resultado final: Sus pulmones estaban bien. Pero las pruebas le revelaron algo más.
"Me dijeron que tenía arterioesclerosis en la aorta (la arteria principal que lleva la sangre desde el corazón al resto del cuerpo). Así que fui a otro médico para que me diera una segunda opinión y ese médico me dijo que sí tenía enfermedad de las arterias coronarias". La refirió a un cardiólogo en Nicaragua. Y ese médico me dijo que tenía cinco arterias calcificadas".
Voló a Panamá para visitar a sus hijos y uno de los mejores amigos de su hijo es el cardiólogo intervencionista, el Dr. Rubin, el mismo que refirió a Betty al Dr. McGinn.
"El Dr. Rubin me hizo un cateterismo en Panamá y me dijo que necesitaba un triple bypass. Me refirió al Dr. McGinn porque ya le había referido otros pacientes antes. Me dijo que no había nadie más adecuado para realizar el procedimiento".
Jeanine también tuvo su primera cita con el Dr. McGinn a través de Zoom. "El personal del Dr. McGinn fue muy atento", dijo.
Dijo el Dr. McGinn: "Ella tenía un historial muy amplio de los elementos que contribuyan a ese tipo de diagnóstico – como presión alta, apnea del sueño, hiperlipidemia o colesterol alto. Y tenía prediabetes. Tenía todos los elementos para tener una arteria obstruida".
"Mi recuperación inmediata fue muy buena", recuerda Jeanine de su estadía en Baptist Hospital Miami Cardiac & Vascular Institute. "Estuve en el hospital cinco días. Y diez días después, ya estaba manejando".
Jeanine explica que su experiencia en Baptist Health no fue en nada como la idea equivocada que algunos de sus amigos tenían de la atención de la salud en los Estados Unidos.
"En Latinoamérica existe la idea errónea de que si uno va a EE.UU. para recibir tratamiento médico, le tratan como si fuera un número. Pero en Baptist Health no podrían haberme tratado mejor. Me trataron con mucha calidez, atención y profesionalismo".
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