Investigación
La enfermedad arterial periférica puede ser tan seria como un ataque al corazón
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Publicado: September 21, 2022
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Si tiene problemas para caminar, no se apresure a descartar su problema como una señal normal de envejecimiento. Podría estar experimentando síntomas de enfermedad arterial periférica, una condición seria pero tratable.
Aunque la mayoría de la gente sabe que un estrechamiento u obstrucción de las arterias coronarias puede provocar un ataque al corazón, muchos no se dan cuenta de que el mismo tipo de obstrucción en las demás arterias del cuerpo puede tener serias consecuencias.
Se estima que 10 millones de adultos estadounidenses padecen de enfermedad arterial periférica
(EAP) o PAD por sus siglas en inglés). Esta enfermedad se caracteriza por la reducción del flujo sanguíneo debido al estrechamiento de las arterias que llevan la sangre del corazón al resto del cuerpo. Suele afectar a las piernas y los pies, y provoca síntomas al caminar como debilidad, fatiga, dolor o calambres que desaparecen en 10 minutos después del descanso.
“Vemos a mucha gente que dice: ‘Oh, pensaba que sólo tenía artritis’. O: ‘Creía que me estaba poniendo viejo y que tenía las piernas cansadas’. Algunos dicen: ‘Creía que tenía problemas porque había engordado’. Niegan el problema y no lo mencionan en las visitas con su médico hasta que aparecen síntomas más serios”, dice Aidan Hamm, M.D., cirujano vascular, miembro del equipo de cirujanos vasculares entrenados por beca en Bethesda Hospital East y Bethesda Hospital West, que forman parte de Baptist Health.
“Las piernas están pidiendo más sangre, pero no se les puede dar porque hay obstrucciones en las arterias”, explica el Dr. Hamm.
El Dr. Hamm señala que la enfermedad arterial periférica es progresiva. Si no se trata, puede causar daños vasculares generalizados y otros problemas de salud. En los Estados Unidos, la EAP provoca unas 150,000 amputaciones de piernas al año.
“El grado de gravedad varía desde las personas que padecen la enfermedad pero no presentan síntomas, hasta las que vienen con emergencias que ponen en peligro sus extremidades y hay que llevarlos a la sala de operaciones de inmediato”, dice el Dr. Hamm. Como ocurre con la mayoría de las enfermedades, cuanto antes se detecte la EAP, más éxito tendrá el tratamiento, añade.
¿Qué causa la EAP?
La EAP se produce cuando una acumulación de depósitos de grasa, conocida como placa, hace que los vasos sanguíneos se estrechen y se vuelvan rígidos, un trastorno conocido como arterioesclerosis. La placa se adhiere a las paredes de las arterias y puede llegar a impedir que la sangre llegue a los órganos y al resto del cuerpo. Es una de las causas más comunes de la enfermedad cardíaca.
“La arterioesclerosis puede presentarse en cualquier parte del cuerpo: no sólo en las arterias del corazón, sino también en las piernas, los brazos, en las arterias de los riñones, los intestinos y el cerebro. En todas partes”, dice el Dr. Hamm. “El tratamiento puede variar desde una terapia médica conservadora hasta intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas o complejas”.
Cualquiera puede padecer enfermedad arterial periférica, pero algunos factores de riesgo pueden hacerla más propensa, como el tabaquismo, la presión alta, el colesterol alto y tener 60 años o más. Los diabéticos y las personas de raza negra también presentan una mayor tasa de EAP.
¿Cómo se trata la EAP?
“Esta es una enfermedad seria”, dice Ian Del Conde, M.D., cardiólogo y especialista en medicina vascular que trata a los pacientes con EAP en Miami Cardiac & Vascular Institute, que también forma parte de Baptist Health. “Todas las personas con EAP tienen un alto riesgo de sufrir un evento cardíaco. Es necesario adoptar medidas de prevención agresivas”.
Si a usted se le diagnostica una enfermedad arterial periférica, el tratamiento dependerá de la severidad, la localización y su estado de salud general. En primer lugar, los médicos quieren asegurarse de que la enfermedad no progrese, por lo que los pacientes suelen tomar medicamentos para reducir la presión arterial y el colesterol. También es posible que se le administren medicamentos para prevenir la formación de un coágulo de sangre, que puede producirse cuando un vaso sanguíneo se estrecha.
En los casos más avanzados, las opciones de intervención incluyen un procedimiento mínimamente invasivo llamado angioplastia, en el que se introduce un pequeño catéter a través de una arteria en la muñeca o la ingle hasta la obstrucción y se infla un globo, empujando la placa contra las paredes de la arteria. Algunos pacientes pueden necesitar una aterectomía, en la que se elimina la placa de la arteria. Otros pueden someterse a un procedimiento de bypass, utilizando un vaso sanguíneo de otra parte del cuerpo o un vaso sintético.
¿Por qué es inquietante la EAP?
Debido a que la EAP está tan prevalente y puede tener consecuencias graves, las organizaciones médicas de todo el país se han unido para aumentar la concienciación. Septiembre es el Mes de la Concienciación sobre la Enfermedad Arterial Periférica, aunque esta condición es motivo de preocupación durante todo el año.
“Cuando la gente llega con una enfermedad avanzada, es mucho más difícil salvar las cosas, sobre todo si hablamos de salvar las extremidades”, dice el Dr. Hamm. “Si hubieran llegado un poco antes, podríamos haber hecho algo – ya sea mínimamente invasivo o agresivo, como las revascularizaciones abiertas – para salvar las extremidades, prevenir infartos cerebrales o evitar aneurismas”.
Las personas a las que se les ha diagnosticado una enfermedad cardíaca deben estar especialmente atentas, según el Dr. Hamm.
“Si se empieza a acumular placa y arterioesclerosis en el corazón, es un presagio de que está en otra parte”, dice él. “Hacerse las pruebas de detección y el seguimiento temprano es una buena manera de prevenir las complicaciones”.
Lo que usted puede hacer
Porque las arterias endurecidas que causan problemas en las piernas también pueden afectar a los vasos sanguíneos del corazón y el cerebro, es importante que hable con su médico acerca de su riesgo. Además, puede mejorar su perfil de salud manteniendo un peso saludable, aumentando la actividad física, controlando los niveles de azúcar en la sangre si tiene diabetes, dejando de fumar y evitando todo tipo de tabaco o nicotina.
Aunque caminar le resulte difícil, no se rinda. Evitar el ejercicio puede ser una respuesta natural para quienes sufren claudicación, el nombre técnico del dolor al caminar. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que las personas con un flujo sanguíneo restringido en las piernas y los pies pueden mejorar su capacidad de caminar a largo plazo si se esfuerzan un poco.
El estudio, publicado en la revista Journal of the American Heart Association, descubrió que las personas con EAP que caminaban a una velocidad que provocaba síntomas dolorosos aumentaban la función de sus piernas con el tiempo más que las que caminaban a un ritmo más cómodo. Sin embargo, este enfoque de “si no hay dolor, no hay ganancia” debe abordarse con precaución, supervisión y en consulta con su médico.
“Si usted nota que caminar le resulta cada vez más difícil, si le cuesta seguir el ritmo de los demás o si tiene dolor al caminar, hable con un médico”, aconseja el Dr. Hamm. “Las personas con enfermedad arterial periférica pueden llevar una vida activa y larga, pero deben monitorear su estado y consultar con un profesional de atención de salud”.
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