El "HiFU" mínimamente invasivo venció su temblor esencial: "Sea lo suficientemente valiente para decir que lo hará

La vida con “temblor esencial” – uno de los trastornos motores más comunes – es perturbadora y debilitante. Tanto así, que el simple hecho de agarrar un vaso de agua es una tarea difícil. Nan Levy lo sabe muy bien. Ella había estado lidiando con su temblor por al menos 12 años.

En un momento dado, el panorama era sombrío, ella recuerda. Un neurólogo le dijo que no había nada que hacer. Y ella sabía que la enfermedad es progresiva porque su madre la padecía.  “Mi madre la padeció en sus últimos días. Falleció a los 95 años. Yo era su cuidadora y la tenía hasta el punto de no poder comer normalmente”, recuerda.

Nan Levy

La vida con el temblor esencial de la Sra. Levy pronto daría un cambio para mejorar cuando consultó con el neurocirujano Justin Sporrer, M.D., de Miami Neuroscience Institute, que forma parte de Baptist Health.

“Cuando lo conocí, me sentí muy cómoda”, dice ella. “Fue muy fácil hablar con él y me lo explicó todo con detalle, respondió a todas las preguntas que tenía”.

El Dr. Sporrer le explicó a la Sra. Levy que podía ayudarle a superar el temblor esencial con un procedimiento mínimamente invasivo en el Instituto que incluye la tecnología más avanzada para tratar su condición.

Se llama ultrasonido enfocado de alta intensidad, o HiFU en inglés. Sólo existe en unos pocos centros de Estados Unidos, entre ellos Miami Neuroscience Institute. El HiFU envía más de 1,000 rayos de ultrasonido a través del cráneo hasta un lugar específico del cerebro. Allí, las ondas sonoras convergen y golpean y destruyen las lesiones o zonas problemáticas, como las que interrumpen un circuito anormal en el cerebro. 

“Yo pienso en el temblor esencial como un problema de un circuito en el cerebro”, explica el Dr. Sporrer. “No hay una parte del cerebro que controle el temblor. Es una falta de comunicación entre muchas partes diferentes del cerebro. Así que pienso en ello como en una cadena de luces de Navidad, en la que hay parpadeos porque una de las bombillas está mala. Y lo que podemos hacer es quitar esa bombilla para que el resto puedan iluminarse y funcionar bien”.

Los resultados de HiFU son inmediatos y notables. “Ni siquiera han salido de la máquina o de la sala de resonancia magnética cuando empiezan a ver que su escritura o sus movimientos de la mano han cambiado por completo”, dice el Dr. Sporrer.

La Sra. Levy ciertamente se sintió inquieta al principio. “Cuando supe que tenía que afeitarme la cabeza, tuve visiones”, recuerda. “Sólo podía imaginarme como luciría, y me dije, ‘Esto me va a dar un poco de miedo’. Espero tener forma de vida más natural para poder sentarme a comer y no pasar vergüenza. Me emociono tanto que apenas puedo esperar “.

Y ahora, la sorprendente transformación ha ocurrido, como usualmente ocurre con el HiFU. Ella ahora puede dibujar líneas rectas y tomar un trago de agua con mano firme.

“Puede parecer ciencia ficción porque estamos realizando un cambio sin hacer ninguna incisión”, dice el Dr. Sporrer. “Los resultados son muy rápidos y, esencialmente, no tocamos al paciente. Así que puede parecer ciencia ficción, pero es real”.

La Sra. Levy se siente agradecida que sus hijos puedan beneficiarse del HiFU si alguna vez se les diagnostica temblor esencial, como le ocurrió a su madre y a su abuela.

“Tengo tres hijos, dos hembras y un varón, y creo que se van a beneficiar de lo que estoy haciendo si alguna vez se ven afectados por esto. Así que, para mí, les estoy ayudando a planificar si les ocurre algo así.

La Sra. Levy se empeña en decirle a otras personas que padecen temblor esencial que sigan sus pasos. “Esto es un elogio. Esto es un choque de manos. Esto lo es todo. Tened el valor de decir: ‘Sí, lo haré’ y seguid adelante. Y nunca se arrepentirán, nunca”.